El color y la forma juegan un aspecto esencial en la construcción de los edificios, debido a que dichos aspectos inevitablemente transmiten una información implícita, que está dirigida a y captada por los inconscientes de los usuarios que habitan los edificios, ejerciendo un efecto en los estados de animo y comportamiento de las personas.
La arquitectura, entre otras cosas, es también una disciplina humanista y de alta interdisciplinariedad, por lo que la psicología del ser humano, con sus filias y son fobias, son también aspectos esenciales que todo arquitecto debería tener en cuenta en toda fase de diseño de proyecto, para poder crear espacios, donde las personas se encuentren más cómodas y puedan habitarlos de una manera más confortable y saludable.
El color evoca sensaciones, percepciones, emociones, sentimientos y diversidad de significados.
Los colores y sentimientos no se combinan de manera accidental, que sus asociaciones no son cuestiones de gusto, sino que son experiencias universales profundamente enraizadas desde la infancia en nuestro lenguaje y nuestro pensamiento. El simbolismo psicológico y la tradición histórica permiten explicar por qué esto es así.
Un color puede producir muchos efectos distintos, a menudo contradictorios, siendo lo importante el efecto produce un color dependiendo de con que otros colores se asocia.
- Azul: Es el color que más asociamos a la armonía y confianza. El cielo y el mar es azul, es el color espiritual, de lo basto, sereno y profundo.
- Rojo: El color de todas las pasiones, y está determinado por dos experiencias vitales: el fuego y la sangre, el color más vigoroso, el color de la fuerza de la vida. Asociado con el negro transmiten la información de pasión y misterio.
- Amarillo: Es el color del optimismo, la mentira y la envidia, de la iluminación y del entendimiento. El amarillo puro, es el color de la iluminación, y asociado con el negro se convierte en símbolo de impureza e inseguridad, debido a que otros colores influyen fácilmente en él.
- Verde: (azul + amarillo): El color de la fertilidad y de la esperanza. Está relacionado con la naturaleza, con una ideología y un estilo de vida. El color de la vida y la salud.
- Negro: El negro es la ausencia de todos los colores. Es un color sin color y está asociado con el final, el universo y la no luz. El negro es señal de duelo por la muerte, e invierte todo significado positivo de cualquier color vivo, profundidad y misterio.
- Blanco: Lo asociamos al comienzo y a lo nuevo. Es el color de la verdad, la honradez y el bien. La limpieza, la pureza y lo higiénico se asocia al color blanco.
Las personas dedicadas a cuidar enfermos visten enteramente de blanco. Y el mobiliario de los hospitales es también blanco. La atmósfera esterilizada de los hospitales es un contexto en el que el color blanco suscita asociaciones negativas. Habitualmente tenemos asociada la idea de un enfermo grave dentro de una cama de sábanas blancas.
En la Bauhaus se discutió si el color se encuentra siempre vinculado a una forma predeterminada.
Llegándose a la conclusión de que la forma geométrica círculo le correspondía al color azul, porque el cielo es azul y el hombre lo representaba desde la antigüedad como una cúpula redonda.
La forma geométrica cuadrado le correspondía al color rojo, porque no es una forma natural, que no está en la naturaleza, sino creada por el hombre.
El triángulo se le ha asignado tradicionalmente al color amarillo, con lo espiritual, con un ojo dentro del triángulo, como que todo lo ve, el ojo de dios. El triángulo está formado por tres vértices, en donde los dos vértices de la base simbolizan los opuestos, y los dos lados que suben hace arriba convergen en un punto, que simboliza la perfección como integración de los opuestos.
La psicología del color es tenida en cuenta en la mayoría de los casos en las plantas hospitalarias infantiles, colegios y centros de salud mental, beneficiándose así estos efectos psicológicos, solamente a un tipo de población muy restrictiva como son los niños, ancianos y personas con problemas psíquicos, pudiéndose emplear estos recursos psicológicos para un número y variedad de edificaciones y poblaciones más amplios.
Aplicar la psicología del color y la forma en la arquitectura beneficiara al estado al animo de las personas que viven esos espacios, mejorando sustancialmente su calidad de vida